lunes, 16 de julio de 2007

DEUS CARITAS EST

La primera Carta Encíclica de Benedicto XVI

En esta publicación anual de la Hermandad de la Virgen del Carmen de las Huertas, de la parroquia de San Sebastián, queremos reflexionar sobre la primera Carta Encíclica del Papa Benedicto XVI titulada, “Deus Caritas est” –“Dios es amor”. Dicen que la primera Encíclica de un Papa es el documento programático de su pontificado romano, siendo así, el actual Pontífice quiere llegar en este servicio a la Iglesia al “corazón de la fe cristiana”. Cristo es la revelación de Dios, en el Hijo, Dios mismo se ha manifestado a los hombres mostrándose así mismo. Y en el Misterio de Cristo hemos comprendido y experimentado que Dios es amor.

Al mostrarnos Dios su rostro nos muestra también la imagen del propio hombre, en Él nos reconocemos nosotros porque somos hechura suya. El misterio del hombre sólo se esclarece a la luz del misterio del Verbo Encarnado, Jesucristo.

La opción cristiana, como nos recuerda el Papa, es creer en el amor de Dios. “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida, y con ello, una orientación decisiva”.

La orientación de la vida entendida desde Cristo nos lleva a reflexionar sobre el amor. En medio de concepciones diversas, y hasta antagónicas, de lo que define el amor, la fe cristiana nos muestra la unidad que se dan entre el eros y el ágape en el verdadero amor, a esto se refiere en su colaboración nuestro Consiliario, D. Ginés García Beltrán.

Y el amor se manifestó en la historia de los hombres, por eso un paseo por la historia bíblica nos mostrará el amor fiel de Dios, que se nos da incluso en nuestra infidelidad porque no puede negarse a sí mismo, a esto nos invita el artículo de D. Ramón Carlos Rodríguez García, especialista en Sagrada Escritura, “Amor de Dios en la Sagrada Escritura”.

Amor que hemos recibido y que debemos dar a los demás como exigencia de la misma fe. El amor en la medida que se da crece, en la medida en que nos reservamos se pierde, dejándonos en la sequedad del egoísmo. La caridad cristiana es la respuesta del creyente al amor primero, por eso la Iglesia tiene como misión hacer palpable el amor de Dios como nos indica en su artículo el Vicario episcopal para Asuntos Sociales, D. Manuel A. Mechón Domínguez.

El amor de Dios se ha mostrado de un modo privilegiado en la persona de María, la Virgen Madre. En la Madre del Señor se nos da el amor de Dios manifestado en Cristo Jesús. Así nos lo explica D. Juan López Martín en su colaboración “María inauguró la participación de la Iglesia en el sacramento redentor, en el sacramento del amor”.

Con estas colaboraciones en torno a la Encíclica de Benedicto XVI, nuestra Hermandad quiere aproximar la doctrina de la Iglesia todos los hermanos, y a aquellos a los que lleguen estas páginas, al mismo tiempo que muestra el tesoro de la fe que hemos recibido y que queremos vivir en comunión con María, Madre de Dios y Madre nuestra, y con toda la Iglesia.