lunes, 16 de julio de 2007

EDITORIAL

DEUS CARITAS EST

“Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él” (1 Jun 4, 16), así comienza la primera Encíclica del Santo Padre Benedicto XVI, y es que AMOR es la Palabra, - con mayúsculas- que define a Dios, nuestro Padre-Creador quien antes de crearnos ya nos amaba de forma totalmente desinteresada como recoge la Biblia: “Dios no nos hubiera creado si antes no nos hubiera amado”; y como muestra del “Amor más Grande” nos envió a su Hijo para salvarnos, valiéndose de una sencilla mujer que desde el principio escogió para que fuese la Madre de nuestro Redentor. La respuesta de María, como no podía ser de otro modo, fue otra muestra de amor y de confianza plena en el Padre: “aquí está la esclava del Señor” me fió de Ti y me consagro a Tu Voluntad. Es Pues la Virgen modelo de entrega, de servicio, de respuesta amorosa como Hija, al Dios Padre Creador, como Madre, al Dios Hijo y como fiel Esposa al Dios Espíritu Santo.

El Amor a Dios y a los hermanos es y debe ser el eje fundamental de nuestras vidas, por ello es necesario detenerse y ahondar en la contemplación de María Santísima del Carmen como modelo de Amor a Dios y a los hombres. Esta es la finalidad y lo que humildemente pretendemos con este nuevo número de nuestra revista, reflexionar sobre qué es para los cristianos el Amor de Dios, es decir meditar las palabras de nuestro Papa Benedicto para poder llevarlas a todos los ámbitos de nuestra vida. Y nosotros que formamos esta hermandad, especialmente los que nos hemos comprometido a servirla desde la nueva Junta de Gobierno debemos llevar a la práctica el principal mandamiento de Jesús.

Finalmente, no quiero terminar sin antes agradecer a todas aquellas personas que de un modo u otro hacen posible la evangelización a través de medios tan humildes como esta sencilla revista. Gracias sobretodo a aquellos que de forma anónima y desinteresada nos apoyáis. Estoy segura que María Santísima del Carmen presentará al Señor todo cuanto hacéis por extender su devoción y por hacerla llegar a los más alejados. Que Ella os proteja con su Santo Escapulario y os bendiga a todos.


María del Carmen García Fernández
Hermana Mayor