Con la llegada de Pentecostés, la piedad popular va tomando matices marianos, es a partir de este momento cuando la devoción a María se va haciendo más latente. En todos los rincones de nuestra tierra, “la tierra de María Santísima”, la figura de María en las diferentes advocaciones a través de las cuales nos acercamos a Ella, como intercesora, se hace presente en estas fechas estivales y nos preparamos a celebrar su onomástica.
María en su advocación del Monte Carmelo, mantiene en nuestra provincia y en particular en nuestra Ciudad una arraigada devoción. Patrona de los hombres y mujeres de la Mar pero también de los del interior y claro ejemplo es Almería donde la coronamos reina, Reina de las Huertas.
Cuando estas páginas vean la luz, en muchos hogares estarán preparando la vela, invitaremos a los mas próximos para compartir una noche ante la imagen de la Virgen del Carmen en ella le daremos gracias o le pediremos como intercesora pero sobre todo compartiremos la oración.
Recuerdo tiempos no muy lejanos en los que era habitual ver como se trasladaba una imagen de la Virgen en una pequeña vitrina que hacía de altar, para que cada día repartiera sus bendiciones sobre la familia del hogar que la recibía y no era difícil ver a hombres y mujeres vistiendo el hábito de la Virgen del Carmen en promesa por algún bien recibido.
Los tiempos han cambiando y el ritmo que impera en nuestra sociedad, nos supera impidiendo que hechos tan cotidianos como los expresados pasen casi desapercibidos.
En breves fechas portaremos sobre nuestros hombros la imagen de la Virgen del Carmen o simplemente la acompañaremos en su recorrido por las calles de nuestra Ciudad o la acompañaremos por las aguas de nuestra bahía a rendir tributo a aquellos que un día salieron a la mar y no volvieron.
Cuando ello ocurra que la oración sea el dialogo que nos una a Ella y podamos celebrar así la onomástica de nuestra Madre.
José Antonio Sánchez Santander
María en su advocación del Monte Carmelo, mantiene en nuestra provincia y en particular en nuestra Ciudad una arraigada devoción. Patrona de los hombres y mujeres de la Mar pero también de los del interior y claro ejemplo es Almería donde la coronamos reina, Reina de las Huertas.
Cuando estas páginas vean la luz, en muchos hogares estarán preparando la vela, invitaremos a los mas próximos para compartir una noche ante la imagen de la Virgen del Carmen en ella le daremos gracias o le pediremos como intercesora pero sobre todo compartiremos la oración.
Recuerdo tiempos no muy lejanos en los que era habitual ver como se trasladaba una imagen de la Virgen en una pequeña vitrina que hacía de altar, para que cada día repartiera sus bendiciones sobre la familia del hogar que la recibía y no era difícil ver a hombres y mujeres vistiendo el hábito de la Virgen del Carmen en promesa por algún bien recibido.
Los tiempos han cambiando y el ritmo que impera en nuestra sociedad, nos supera impidiendo que hechos tan cotidianos como los expresados pasen casi desapercibidos.
En breves fechas portaremos sobre nuestros hombros la imagen de la Virgen del Carmen o simplemente la acompañaremos en su recorrido por las calles de nuestra Ciudad o la acompañaremos por las aguas de nuestra bahía a rendir tributo a aquellos que un día salieron a la mar y no volvieron.
Cuando ello ocurra que la oración sea el dialogo que nos una a Ella y podamos celebrar así la onomástica de nuestra Madre.
José Antonio Sánchez Santander
Presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería
